Papelón en el fútbol femenino formativo

     Esta nota tiene por objeto aclarar algunas cosas que dejó este fin de semana, especialmente en lo concerniente al formativo del fútbol femenino.

      En el torneo organizado por la Liga de Fútbol de Olavarría, hay dos categorías: Sub 14 y Sub 16. La categoría Sub 12 no participa de manera oficial en el torneo, sino que es una actividad más recreativa que competitiva. Las menores van adquiriendo de manera lúdica las reglas del juego y van aprendiendo en un deporte en equipo, con todo lo que ello implica.

     Pero el motivo de esta nota, es que el pasado sábado 7 de abril, las dos categorías, tanto Sub 14 como Sub 16, quienes sí participan de un torneo oficial de la Liga de Fútbol de Olavarría, les tocó jugar en la cancha Auxiliar del Club El Fortín. Y tenemos que replantearnos si se debió jugar, teniendo en cuenta las condiciones en que se encontraba el campo de juego.

    La cancha no tenías las línea remarcadas, algunas de ellas totalmente inexistentes, como fue el caso de las áreas chicas y de la línea que marca la mitad del campo de juego y el círculo central. Las líneas laterales estaban apenas perceptibles. Además de las redes que tenían los arcos; sólo quedaban los jirones, poco y nada de lo que alguna vez fue una red de un arco de fútbol. Las que se usaron después, tampoco estaban de la mejor forma, porque de hecho en uno de los partidos, una pelota que entró esquinada en unos de los arcos, se fue afuera, por lo que desde uno de los bancos de suplentes (Sierra Chica), le preguntaban al árbitro si en verdad había entrado esa pelota. La verdad y lo cierto es que en esas condiciones no debió jugarse la fecha prevista para ese sábado.

    Sucede que las jugadoras no tenían las líneas de referencia para poder desarrollar la práctica del fútbol respetando las reglas del juego, porque no perdamos de vista que se trata de una categoría formativa.

     Las arqueras no tenían un área chica, referencia importante de la ubicación del arco a sus espaldas, y no sabían dónde apoyar la pelota para sacar desde el arco, por lo que apoyaban el balón donde les "parecía" adentro del área grande, apenas perceptible.

      Una de las jueces de línea, Julieta Zamorano, en circunstancia en que estaba sobre uno de los laterales, al no tener visibilidad de la línea que marcaba el medio del campo de juego, había puesto un objeto en el lugar estimado donde debiera estar la línea central, a modo de referencia, para no pasarse de largo cuando venía hacia el medio campo. Sinceramente creo que no es la manera de disputar un torneo a nivel oficial, organizado por la Liga de Fútbol de Olavarría, a menos que, no les importe precisamente en qué condiciones jueguen las menores del fútbol femenino.

     Había cuatro canchas donde se pudo haber llevado a cabo la tercera fecha del fútbol formativo. Canchas que estaban desocupadas. Hablo de Sierra Chica, de Embajadores, Ferro y Municipales. Por eso no se entiende que se haya jugado en la Auxiliar de El Fortín.

    Como si esto fuera poco, la terna arbitral constituida por Brenda Valiente, Ariel Benito y Julieta Zamorano, quienes estuvieron desde horas tempranas de la mañana en la cancha Auxiliar del Club El Fortín, hasta pasadas las 18 horas, sin un baño en el vestuario, porque el baño estaba totalmente inutilizable y en condiciones de absoluta insalubridad, en un espacio cerrado.

     Cabe preguntarse si los árbitros no debieron suspender la fecha, ante tanta desidia. Pero aquí viene el problema que es más grave aún, y es que las autoridades responsables del evento estaban al tanto de estas circunstancias y, aun así, habrían decidido jugar igual la fecha. Pasa que, habiéndose suspendido la semana pasada, porque el piso de Municipales no estaba en condiciones según los organizadores, una segunda suspensión no hubiera sido prudente para los organizadores, responsables o directivos. Entonces, "hay que jugar la fecha como sea", no importa que no esté en condiciones ni la cancha, no los arcos, ni los baños… "se juega igual", ésa habría sido la orden "desde arriba", y la fecha se jugó igual, sin importar la falta de respeto que esto significaba para con todas las menores y para con sus formadores/as.

      Los árbitros, que son la máxima autoridad adentro de un campo de juego, tienen la autoridad de decidir si un partido se juega o no, con absoluta independencia de la Liga de Fútbol o de quien sea, pero cabe preguntarse… ¿recibieron presiones para jugar la fecha? Porque la primera actitud de Brenda Valiente fue la de suspender la jornada debido a todas las faltas que observó en el lugar, pero después de varias comunicaciones telefónicas, decidió seguir con el desarrollo "normal" de la actividad, y pongo "normal", así, entre comillas, porque no tenía nada de "normal" poner a rodar la pelota en esas condiciones. ¿Hubo una orden de una autoridad oficial para que los partidos se jueguen igual? ¿Hubo gente que presentó chapas para imponerse y decidir que se juega como sea?

     Conforme lo expresé en la crónica anterior, estas líneas no tienen por objeto ir en contra de nadie, sino que tiene por fin crear conciencia, para que esto que tuvo lugar el último sábado no suceda nunca más.

        Hay padres, una familia que confía sus hijas para que aprendan y se desarrollen en el ejercicio de una actividad que apasiona, pero quienes están en la organización de estos eventos tienen que estar a la altura de las circunstancias y responder con el respeto que la comunidad de padres y familiares, y fundamentalmente de las jugadoras, se merecen. No dejemos pasar por alto lo que pasó el último sábado y por favor, no vengamos con el chicaneo de que cuando esta actividad recién comenzó, las condiciones no eran precisamente las mejores tampoco. Porque la idea es crecer, no retroceder en cuatro patas.