Milena Martín Pascua fue seleccionada por Boca Juniors

  "Cuando mi papá me dijo: `Quedaste', me largué a llorar de la emoción. Fue todo muy rápido"

        Milena Martín Pascua tiene quince años, es de la vecina localidad de Sierras Bayas y es jugadora del Club Ferro Carril Sud. Arrancó a hacer fútbol hace tan sólo ocho meses gracias a su amiga, Candela Wagner, quien la convenció para que la acompañe a practicar este hermoso deporte. Antes hacía patín artístico, actividad que desarrolló desde los cuatro hasta los catorce años, en donde llegó a estar en la selección argentina de patín, en su categoría.

       Es fanática de Boca desde chica y su única relación con el fútbol era esa, mirar por tele a su equipo favorito y a la selección nacional. Ella estaba muy metida en el mundo del patín y fuera de eso no le daba mucha importancia a otra cosa.

      Capitana de Oro habló con Milena sobre sus inicios en el fútbol y así se expresaba: "Nunca, nunca había jugado al fútbol. Cuando arranqué en Ferro veía a la pelota cuadrada. No sabía ni hacer un pase, nada".

          ¿Y cómo fue que aprendiste en tan poco tiempo a jugar así al fútbol?

        "Fue todo muy rápido, pero de a poco fui aprendiendo en Ferro a cómo tocar una pelota, a cómo hacer un pase, cómo bajarla gracias a Pablo (Garay). Me fue brindando confianza de a poco. Desde ya que yo soy muy autoexigente y me fue poniendo metas. Los primeros días estaba citada todos los sábados en Sub 15. Una vez que logré eso quería estar citada todos los domingos en Primera, que ahora lo estaba haciendo y después poder llegar a la primera de Boca, pero no tan rápido. Sino como a algo en un futuro muy lejano me veía en Boca."

           ¿Cómo fue que se te dio esta posibilidad de irte a probar a Boca?

          "Cuando yo era chiquita iba con mi familia a la peña de Boca local. Cuando empecé patín dejé de ir y ahora nos reincorporamos otra vez porque queríamos ir a la cancha. Arrancamos yendo a las peñas en donde me conocían y un día me llama Fabián Caruso y charlando me dice: ¿nos vamos a Boca? Y yo le digo, bueno dale, nos vamos. Pensé que era todo en joda. Y me dice, pero te hablo en serio. Ah bueno, le digo, nos vamos. Y habrán pasado unos días y me dice, el lunes te esperan para probarte en tal lugar. Y allá tenemos un dirigente que también está en la peña de Boca de acá, de Olavarría y que es amigo de papá, que también nos dio una mano. Porque las pruebas no están abiertas ahora. Y me dijeron: el lunes te vas a probar. Le pasó el contacto a mi papá de Florencia que es una de las que está en Boca y maneja la categoría Sub 16. Viajé el domingo y el lunes (11 de abril) me fui a probar en Casa Amarilla, la Bombonerita. Entrené mejor que nunca, traté de dar lo mejor de mí y terminé de entrenar y José Godoy, el profe, me dice: el miércoles venite a entrenar otra vez. "

           "Aproveché que me quedaba un par de días más, entonces el martes nos fuimos a ver a Boca y el miércoles fui a entrenar a las doce y media y fui al vestuario con las chicas porque había finalizado el entrenamiento y me empezaron a preguntar las chicas si me había dicho algo José. Le dije que no. Ahora averiguo. Salí del vestuario como para ir con mi papá y me empezaron a decir los padres: bienvenida, bienvenida. Porque hay un compañerismo total ahí que no lo he visto en ningún club, tanto de los padres como de las chicas y lo miro a papá y le digo: ¿Yo, pero por qué? Y me dice: quedaste. Y como mi papá siempre me jode le digo: no, me estás jodiendo. No, me dice, quedaste. "      

            Si hoy aún no está en Boca es porque es del interior. Y Milena tiene que resolver otras cosas importantes en su formación. Una de ellas es el colegio. Porque en Boca priorizan la educación. Por ese motivo, Milena seguirá siendo de Ferro Carril Sud hasta al menos, fin de año. Terminará cuarto año en el Instituto Privado de Sierras Bayas y para el año próximo tendrá que optar por un colegio de Buenos Aires. La idea es que la próxima pretemporada la encuentre entrenando con los colores del xeneize.

          ¿Imagino que todo esto va a cambiar toda tu vida también no?

         "Sí, es un montón. Imagínate que me quería ir a vivir a Olavarría, pero a la vez no porque tengo a todos mis amigos acá y pensar que tengo que dejar a mis amigos de Sierras Bayas, de Olavarría y dejar el Club (Ferro) en el cual me integré muy rápido e irme a vivir a otra ciudad que es muy diferente a acá, es todo como muy raro. Pero todo sea por estar ahí y cumplir eso que me gusta, me puse esa meta."

         ¿Tus papás qué dicen al respecto?

        "Y… somos bosteros a morir y haber quedado ahí, es algo increíble. Mis papás me acompañaron siempre. No faltaron jamás ni a patín ni en fútbol y mi mamá lloraba a la par mía. Aparte en Boca, al ser "bosteros" es un sueño. Y mi hermano también me abrazó y me dijo: estoy feliz de la vida porque cumpliste el sueño mío, el de papá y el tuyo. Lo lograste vos. Las cosas por algo pasan." 

           ​Milena es una de las tantas jóvenes que sueñan en grande. Por eso es muy importante que las instituciones y los profesionales del fútbol femenino en cada una de ellas, aporten todo lo necesario como para que puedan llegar a cumplir esos sueños. Pablo Garay vio las condiciones en Milena y le fue dando cada vez más responsabilidades en Ferro, en pleno conocimiento del potencial que mostraba o exhibía la joven sierrasbayense. Milena no le teme a los desafíos y es una jugadora muy fuerte que cuando estuvo en Primera División nunca se achicó, sino por el contrario, estuvo a la altura de las circunstancias. Tiene muy buen control y traslado del balón. Además, es solidaria con sus compañeras, pero cuando tiene la posibilidad, también tiene un muy buen remate al arco. Se ha desempeñado muy bien tanto en defensa como en ataque. 

         En la segunda fecha del Torneo "Mario Sebastián Esnal" Ferro está disputando en la Liga de Olavarría, se midió contra Racing, su clásico rival. Milena fue la autora de un golazo. Encaró con pelota dominada dentro del arco rival y antes de que las defensoras chairas le pudieran caer encima para arrebatarle el balón, sacó un potente remate de derecha, con cara externa del pie, que se metió abajo, contra el palo derecho de la arquera Natalia Otermín. Era el 2 a 3, pero no se conformó y con sus compañeras presionó para lograr el empate, que llegó sobre el final del partido, gracias a un error de una defensora de Racing, que al intentar despejar una pelota la introdujo dentro de su propio arco. 

           Milena tiene sólo quince años y no sabemos aún cuál será su techo. Tiene mucho por crecer aún en este deporte. Por lo pronto sabemos que el año entrante la encontrará jugando en uno de los equipos más importantes del fútbol de AFA y que hasta entonces, el equipo que le abrió las puertas a sus inquietudes, la va a seguir formando y disfrutando.