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Magdalena Angueira y una vida alrededor del fútbol

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     Magdalena Angueira tiene 26 años, es de Olavarría. Su mamá es de Hinojo y su papá era de La Plata. Aunque hace años se vinieron a vivir a Olavarría. El papá se vino de joven a Hinojo por cuestiones laborales y jugó mucho tiempo en el Club de esa localidad en la Primera División. Su abuelo fue presidente del Club Hinojo. Vale decir que ya hay algo en los genes de la jugadora que tiene que ver con el fútbol… Siempre jugó en el CEF 44 y es jugadora de la Selección de Olavarría. Su hermano Agustín,de 29 años, es otro apasionado de este deporte. Ambos son fanáticos de Independiente y varias veces han viajado a ver, en compañía de su padre cuando chicos, al equipo de sus amores, especialmente en los clásicos frente a Racing. Ahora, de más grande, por los compromisos laborales se complica un poco más, pero cuando pueden van a ver al rojo.

     Capitana de Oro habló con Magdalena sobre el deporte, sobre la vida, sobre su futuro…

     -¿Hay algo que tiene que ver con lo hereditario en esta pasión que vivís con el fútbol?

     -Sí, sí, la parte futbolística ya es hereditaria. Es más, todas las mujeres de mi familia jugamos al fútbol.Por parte de la hermana de mi mamá, mis tres primas son futbolistas. Mi tío Ernesto Abot, era técnico en Azul, dirigió mucho tiempo a Alumni, así que ya es común, es normal que en nuestra familia las mujeres juguemos al fútbol. Era algo normal, ya de chiquita nos tiraban una pelota y salíamos jugando. Así que ya viene de sangre más que nada, la parte del fútbol.

     -¿No tuviste problemas de chica en jugar al fútbol? Digo por esto de que generalmente se piensa que el fútbol no es deporte para una nena…

     -No, particularmente a mí no me pasó.Al contrario. Mi hermano es muy futbolero y cada vez que le faltaba alguno en la cancha del barrio, iba yo. No tenía ningún problema. Cada vez que me decía vamos, yo salía. Y por parte de mis padres, fenómeno. Es más, en cuanto mi mamá encontró un lugar donde me podía mandar, fue lo primero que hizo. Porque en mi época, cuando yo tenía nueve o diez años, no había escuelita de fútbol femenino. Y tampoco mixtas. Hasta que encontré el CEF 44. Llegué por medio de una amiga, de una amiga, hasta que arranqué a probar y listo. Y arranqué con Claudio (Pinedo) a los nueve años. Toda mi formación futbolística la pasé con Claudio, desde chica. Y mi vieja ningún problema, al contrario. Me van a acompañar a la cancha, me llevan y me traen. La verdad que yo no lo pasé a eso. Sí lo veo ahora que tengo escuelita, que soy docente, me pasa que por ahí van las nenas con la mamá o el papá, y dicen: "le gusta jugar al fútbol pero a mí no". Ahí entro yo y les digo: "A vos no, pero a la nena sí". Es un deporte como cualquiera. Y cuando la van a ver jugar, se dan cuenta que no es sólo un deporte, Que son las compañeras, el grupo, los valores, y ahí ya está. Si se golpean en fútbol, les va a pasar en cualquier deporte, patín, vóley, etc. Ahora es más social y se ve. Antes no. Yo jugaba al fútbol, entonces… "sos machito". Pero nunca le di importancia a esos comentarios. Hoy en día a algunas chicas les afecta. Pero yo la verdad que en ese sentido, como mi familia y mis amigas me apoyaban, iba a jugar y nunca tuve problemas. Tengo una personalidad muy especial, si me decían algo, pegaba media vuelta y me iba, o está bien, es lo que pensás, pero yo voy a seguir jugando al fútbol. Siempre tenés a la persona que no le gusta o te hace un comentario desubicado.

      -¿Cómo fue tu evolución en el fútbol?

      -Yo arranqué con Claudio a los nueve años, lo que sé y he aprendido es de parte de Claudio, todo.No solamente en el deporte en sí, sino como persona. Creo que Claudio es uno de mis mayores referentes. Siempre digo que es como mi segundo papá, y se lo dije siempre. Aprendí a patear una pelota, a qué hacer y qué no hacer. Y creo que mucho de lo que nos ha recalcado él fue la conducta más que nada.En mi evolución, él me acompañó en todo sentido.Cuando me fui a jugar a otro equipo de Tandil, pasó por parte de él. Él fue quien me consiguió el contacto, el lugar para ir, no es que fui sin saber nada. Aprendí todo de él. Nosotras siempre acompañándonos, hacer viajes y juntar plata… la evolución no fue solamente del fútbol. Lo conocí en una etapa muy chica y es una etapa de mucho desarrollo, de aprender y él te daba un panorama muy abierto y te ubica mucho en ese sentido.Yo tenía trece años y él te pedía los boletines de la escuela. Y vos decías… pero es el técnico, no me vengas a pedir eso. Y si te llevabas materias te decía si ibas a entrenar o no. No sé si los demás técnicos lo harán, pero él enfoca mucho en lo educativo también.Soy una de las más grandes del equipo y les digo a las más chicas que aprovechen que lo tienen, porque Claudio se preocupa más allá del fútbol.

     -¿Cuándo fuiste a Tandil? ¿Fue tu primera salida a jugar al fútbol?

-Fue cuando yo tenía alrededor de 17 años. Con Claudio jugábamos un torneo en Las Flores, porque aún no estaba la Liga en Olavarría. Y uno de los equipos que participaba en esa Liga era Talleres de Tandil. Y a ese equipo de Tandil lo invitaron a jugar a un torneo a Córdoba. Y el técnico me contactó para ir como refuerzo. Y a partir de ahí viajé mucho tiempo a Tandil. Iba a entrenar, hicimos pretemporada, hasta que viajamos a Córdoba una semana y ese fue uno de los torneos que jugué fuera de lo que es el CEF, porque en otro Club no he jugado. Prácticamente no he vestido otra camiseta que no sea la del CEF.

     -¿Cómo fue tu trayectoria escolar?

     -De jardín al noveno lo hice en Fátima, porque mi mamá fue docente ahí toda la vida así que no tenía muchas chances de otro colegio.Pero como no tenía polimodal, los últimos tres años fui al ex colegio Nacional, donde hice los tres años a la mañana. Alaño siguiente entré a Educación Física, en el profesorado.

      -Ya tenías muy en claro lo que querías ser…

      -Sí, pero no por el deporte en sí, porque la carrera no va enfocada al deporte, sino que a mí ya me gustaba trabajar con grupos, la docencia. Antes de ser profe ya estaba de ayudante en alguna colonia.

   -Con la profesionalización del Fútbol Femenino en la AFA… ¿han crecido las expectativas de ir a jugar al fútbol grande?¿De vivir del fútbol?

     -Hoy se animan más a jugar también. Antes no se animaban. Invitabas a alguien a jugar y te decía que no por lo que le dirían si la veían jugando al fútbol. Hoy en día si invitas a cualquiera, hasta a la que no sabe jugar y no tiene ni idea de patear una pelota va y juega. Y mucho ayudó este momento. Que hoy en el fútbol de Buenos Aires, que se haya profesionalizado el fútbol es genial. Sería ideal que las mujeres pudieran jugar como partido preliminar antes que el de varones, para que se vean más. Para que tengan más público, para que sean apoyadas. Pero todo llega de a poco. Antes no teníamos nada. Ni cancha, jugábamos en un potrero, sin árbitros… Hoy tenemos una terna de árbitros, una cancha, cantina. Pagas una entrada, te van a ver. Es diferente. Antes ni vestuario teníamos. Yo me he cambiado en un auto y hemos salido a jugar. Ahora usas el vestuario, es otra cosa… Yo las viví a todas.

      -¿Cómo viviste la actuación de la Selección Argentina de Fútbol Femenino en Francia y en los Panamericanos?

     -Creo que todo va de la mano. Cuando yo era chica y jugaba la selección Argentina, es literal, le metían once goles. Yo he visto los mundiales y les hacían catorce goles. Al profesionalizarse es distinto. Hoy en día nadie va a ad honorem a entrenar a un equipo femenino. Hay que estar con quince o veinte mujeres juntas. Es complicado. Hoy cualquier entrenador o profesional exige que se les pague. Antes no estaban preparadas ni físicamente, ni técnicamente, ni tácticamente. Por eso nos comíamos tantos goles. En otros países hace años que se profesionalizó el fútbol femenino y te das cuenta que hay una diferencia increíble.El mundial que hicieron las chicas fue increíble. No me sorprendió a mí. Algunos decían: ¿cómo festejan un empate contra Japón?. Pero Japón es una potencia que es profesional hace muchos años y el hecho de que haya terminado 0 a 0 con toda la historia que tenemos en el fútbol argentino, y bueno, para nosotros fue como ganar el mundial. Dejar afuera a otra potencia mundial fue increíble. No pasamos la primera ronda, pero para Argentina, fue un tremendo mundial.En los Panamericanos… no lo ganamos porque los penales es suerte, pero lo pudo haber ganado tranquilamente. Estaban en condiciones para ganarlo

      -Hoy estás formando a nenas en este deporte en El Fortín. ¿Con qué problemáticas te encuentras?

     -El primer obstáculo fue ver si el Club me iba aceptar el proyecto,primero que nada. Con mi hermano somos los dos docentes que estamos con la escuelita. El único Club que tiene escuelita es Ferro, Racing está armando, El CEF 100 y el CEF 44 con Claudio Pinedo. Pero hasta ahí.Pero presentamos al proyecto y al toque nos dijeron que sí. No tenemos mucha disponibilidad del lugar. Entrenamos sólo los sábados a la mañana, pero faltaría conseguir un horario más porque las nenas también lo piden. Obviamente yo me encargué de la difusión. El primer día vinieron más de 25 nenas. Tengo la formación de Claudio, pero les trato más que nada de inculcar valores. Que puedan compartir, socializar, hacer un grupo y tener amigos más allá de la escuela. Terminamos la práctica, y compartimos unas facturas y un rato de esparcimiento. Cuando hacemos un encuentro invitamos a los papás que acompañan. Y les pedimos que alienten pero que no griten, que no presionen. Que las dejen jugar.Van a divertirse. A disfrutarlo.

     -Claudio Pinedo hizo escuela con el Fútbol Femenino y sigue haciéndolo… vos sos de la escuela de Pinedo…

    -Soy de la escuela de Pinedo… sí (risas) Él siempre me carga porque dice que voy a ser su sucesora en ese sentido.Espero que este año se nos dé para coronar juntas un campeonato. No sé si voy a llegar a ser igual que él, pero bueno, voy por ese camino.

     -¿Te dejó muchas amistades el fútbol?

    -Muchas, sí. Amistades y conocidos. En todos lados tengo conocidos. Porque más allá de la rivalidad que tenés, cuando terminás de jugar te tomas un mate o charlas. Y eso es lo bueno que tiene el deporte.

     -¿Hay chicas que vienen desde chicas con vos en el CEF 44?

     -La única que queda que arrancó conmigo es Lucía Reyes. Somos las dos más antiguas. Otras se dedicaron a estudiar… pero bueno, somos las dos que hemos quedado.

      -¿Has tenido alguna lesión?

     -Sí. Tuve dos lesiones. La rodilla que fui operada de meñiscosy me fracturé el peroné, que el 21 de agosto hizo un año de esa lesión.Jugando en la liga de Las Flores tuve una lesión en la rodilla. En realidad hace como seis años que me luxé la rótula, pero en ese momento no era operable. Hice gimnasio, kinesiología y volví a jugar. Pero siempre con alguna molestia. Jugué tres años más con la rodilla así y después tuve que operarme. Hace dos años que me vengo perdiendo las finales en la Liga por lesiones. Me operó Rubén Darío García y la fractura del peroné también me operó él. Sufrí más la lesión del peroné. Estuve dos meses sin hacer nada. Dos veces pasé por el quirófano. Pones en juego la personalidad. Todo el día sin hacer nada.Mucha paciencia. Después de cada lesión te cuesta volver. Con estas dos lesiones encima, futbolísticamente no estoy como estaba antes, después de cada lesión te cuesta un poco más, te cuesta volver al ritmo.

     -A los nueve años comenzaste el romance con la pelota… ¿Hay Magda para rato todavía?

     -Yo creo que me queda todavía.Me queda para rato todavía. Hasta que Claudio no me diga que me tengo que ir… no pretendo irme…

     -¿Qué consejos les das a aquellas chicas que tiene inquietudes por este deporte?

     -Yo… les digo como a mis nenas…(alumnas) que jueguen, que disfruten, sin tener en cuenta el qué dirán, sin pensar en las miradas… Es un deporte como cualquier otro, tiene los mismos valores que los demás. Les diría que se animen y que vayan.

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